Inspirado en ella, además, el proyecto del estadio prevé la construcción de una estructura metálica similar a la de un cesto de paja típico de la región, que protegerá la parte externa de las gradas. Todo el proceso se ajustará a las normas de sostenibilidad, pensadas para dejar un importante legado en la zona y preservar asimismo la diversidad de la selva amazónica.

Las aguas pluviales, por ejemplo, serán almacenadas para su uso posterior en los baños o la irrigación del césped. Del mismo modo, la luz solar, abundante en esta parte del país, generará energía limpia y renovable. Por último, varias paredes vegetales contribuirán a la reducción de los gastos de energía y, sobre todo, al control de la temperatura dentro del estadio.